Un mapa (básico) de la mente

En el artículo anterior vimos los elementos más importantes a la hora de observar. Hoy nos adentramos en elaborar un mapa básico de la mente. Nos será muy útil para observar y comprenderla mejor.

1.- El Consciente y su actividad.

Por consciente entendemos toda actividad de la mente de la que nos damos cuenta directamente. Fundamentalmente, nos encontramos con un hilo o fluir de pensamiento e ideas que van generando escenarios mentales. Este hilo de pensamiento puede ser mayoritariamente verbal, visual o intuitivo.

A la vez, desde el consciente se percibe parte de la actividad del Inconsciente, especialmente, las emociones, sentimientos y sensaciones. A veces, también, las ideas y/o mensajes que emite esa parte de nuestra mente.

El primer y, quizás, mayor problema que nos encontramos es que nuestro Consciente incluye una noción de Yo que está construida, es decir, que no responde exactamente a la realidad de lo que somos. Esa noción de Yo se ha ido construyendo a lo largo de los años y está hecha de ideas. Hay que mantener la observación sobre ella pero, siempre, procurando no identificarse: No soy yo, son el conjunto de ideas que mi mente se ha hecho de mí.

El trabajo con el Consciente se dirigirá, en buena medida, a asegurarnos el correcto funcionamiento de nuestro sistema de pensamiento-razonamiento y comprensión, incluyendo el sistema de juicios y de los criterios o valores que alimentan esos juicios, con una exigencia de rigurosidad y concreción, que agradecerá y mucho, el resto de la mente y, muy especialmente, el Inconsciente. Además, habremos de asegurar, en la medida de lo posible, una actitud adecuada y una visión lo más global e integradora.

Todo este trabajo lo haremos mejor desde una posición y disposición que denominamos, Yo-Experiencia. Es una parte de nuestro consciente que se ha dado cuenta de que algo no funciona correctamente y que se dispone a trabajar para arreglarlo. Para ello, tenemos dos herramientas fundamentales: la observación para comprender y, por otro lado, la actitud, que nos permite mantener una perspectiva con respecto a la actividad del consciente y debilitar la tendencia a identificarnos con esa actividad.

2.- El Inconsciente y su actividad.

Pero el consciente no es más que una (pequeña) parte de nuestra mente y su actividad. Hay otra incluso mayor, que es la que denominamos como Inconsciente. Si imaginas un iceberg, el Inconsciente sería toda la parte que hay bajo el agua.

A los efectos de un primer nivel en el trabajo, podemos asimilar Inconsciente con Niñx Interior. Es la parte de nuestra mente que predominaba en nuestra infancia y nos resulta muy práctica esta equiparación para conectar con ella, comprenderla, acogerla y gestionarla.

La actitud adecuada ante nuestro Inconsciente consiste, básicamente, en perder cualquier tipo de aprensión o miedo que tengamos hacia esa parte de nuestra mente y cambiar esa actitud por una apertura total, acogimiento, cercanía y cariño. Nuestro Inconsciente o Niñx Interior no es culpable de nada, al contrario, realmente es la primera víctima de los errores de funcionamiento que pueda estar sufriendo nuestra mente.

Si no ha habido un proceso previo de comprensión e identificación, en la práctica, el Inconsciente, sus estados y reacciones, determinan absolutamente a nuestro Consciente que, en realidad, no hace más que intentar dar un sentido lógico a lo que le viene del Inconsciente. Desde este punto de vista, la afirmación de que el ser humano es un ser racional, sólo es válida cuando la mente ha recorrido un proceso de toma de conciencia de sí misma.

3.- El estado energético base.

Tota la actividad de nuestra mente está, inicialmente, determinada por la base energética. En nuestro estado natural y sano, esa base energética (que proviene del cuerpo y a su vez está influida por la propia actividad de la mente) la podemos percibir como un fluir de energías tales como la confianza, el cariño-amor, la alegría, el gozo, la fuerza, etc.

Pero, lamentablemente, en la sociedad en que vivimos nuestras crianzas defectuosas y las experiencias negativas que hemos tenido a lo largo de nuestra vida y no han sido bien resultas, hacen que habitualmente tengamos un estado carencial de estas energías y, más aún, que lo que percibamos sea el producto de esto en forma de desconfianzas e inseguridades, deficiencias en la afectividad, tristeza, falta de fuerzo, etc.

Habremos de cuidar con esmero que nuestra base energética sea la adecuada. En este punto vienen bien todos los ejercitamientos dirigidos a positivizar nuestra mente (la llamada psicología positiva o del bienestar y otras corrientes). Pero, ojo, siempre sabiendo que ésta es una actuación más de las que habremos de hacer, no la única, pues por sí sola, no es capaz de sostener a una mente con errores de funcionamiento.

4.- Un posición central, global e integradora: El Yo Central.

Manteniendo una visión inclusiva de los 3 elementos anteriores podemos ir accediendo a una posición y visión internas, global, integradora e inclusiva. Para facilitar este desplazamiento de mi eje de referencia interna o posicionamiento interno, adopto una actitud adecuada. No lucho internamente porque en mi se den unas cosas y otras no, no deseo o rechazo nada… Todo forma parte de mí. Lo Acepto y adopto esta visión y posición global e inclusiva.

Esto nos abre la puerta a lo que denominamos el Yo-Central. Soy Yo, ante todo esto.

Este Yo Central, además, se caracteriza porque ya no está basado en las ideas que mi mente se ha hecho de mí sino en una comprensión más profunda de todo lo que soy y en la experiencia interna directa de ser. La mente se referencia a sí misma, no ya en base a ideas y figuraciones, sino en la realidad directa de lo que soy.

Durante mucho tiempo, el trabajo consistirá en ir fortaleciendo la Presencia interna de este Yo-Central. Miles de veces tendremos que venirnos desde el Yo-mental o desde el/a Niñx Interior, con sus visiones limitadas, hacia esta visión global. Lo hago sin crear nuevas tensiones internas: sonrío y me digo “Vente PACÁ”.

Esto irá favoreciendo el fortalecimiento de una Consciencia también global de lo que soy, pasando de concepciones o nociones parciales y distorsionadas de mi (Yo-mental, Niñx Interior, etc.) al Yo-Central con Consciencia global de mi.

5.- El cuerpo y sus estados.

Aunque, estrictamente, no pertenece al ámbito de la mente, el cuerpo es un elemento básico en la configuración de lo que es un ser humano. Además, interactúa directamente con la mente.

Cualquier actividad de la mente, y más si es una alteración, tendrá reflejo en el cuerpo. Una tensión mental repercutirá en una tensión corporal.

La conexión también se produce, por igual, a la inversa. Cualquier acción sobre el cuerpo tendrá repercusión en la mente. Este es el mecanismo base que hace que funcionen actividades físicas como el Yoga, la Respiración-Relajación, el ejercicio físico, etc.

2 opiniones en “Un mapa (básico) de la mente”

  1. Antonio, agradezco muchísimo este recordatorio porque el trabajo debe ser continuo y a veces nos olvidamos de parte del trabajo al ir avanzado. Este texto me ha recordado cosas que tenía dejadas un poquito de lado.
    Muchas gracias

    1. Gracias a ti, Gloria:
      Estos textos los estoy escribiendo tanto pensando en las personas que ya tenéis un trabajo realizado como quienes no. En tu caso, como bien dices, servirá como recordatorio. Será una ayuda para gestionar mejor el momento.
      Pero también estoy intentado que sean comprensibles para todas las personas, también para quienes no tienen un trabajo previo en Autorrealización. A veces no es fácil explicar determinadas cosas sin usar una terminología específica, pero casi siempre aparece una forma adecuada.
      Muchas besos (virtuales)
      Antonio.

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